
(010 407 720) Mc 1,14-20 Códice Beza
1.14 Después que Juan fuera entregado, llega Jesús a Galilea[a] y se puso a predicar la buena noticia del Reino de Dios,[b] 15 decía: Se han cumplido los plazos[c] y se ha acercado el Reino de Dios: convertíos y tened fe en esta buena noticia.»
16 Al pasar por la ribera del mar de Galilea vio a Simón y Andrés, su hermano, que echaban en círculo las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Venid detrás de mi y haré que vosotros lleguéis a ser pescadores der hombres.» 18 Inmediatamente, habiéndolo dejado todo,[d] lo siguieron. 19 Habiendo avanzado un trecho, vio a Santiago, el hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban también ellos en la barca aparejando las redes. 20 Inmediatamente los llamó. Habiendo dejado a su padre Zebedeo en la barca en compañía de los asalariados, lo siguieron.[e]
En el seguimiento de Jesús no hay clases ni jerarquías
El domingo pasado comentábamos que Juan Bautista había pasado a Jesús dos de sus discípulos preferidos, Andrés y el Discípulo amado, y lo situábamos en la orilla izquierda del rio Jordán, en pleno desierto (Jn 1,35-37). Marcos, en cambio, presenta hoy a los cuatro primeros discípulos que siguieron a Jesús en la orilla derecha del Mar de Galilea; tan solo Andrés, que había llevado a Jesús a su hermano Simón, coincide con los del Bautista. Mateo sigue de cerca a Marcos. Lucas-Beza lo propondrá de otra manera, silenciando el nombre de Andrés. La situación es exactamente la misma, pero ellos la actualizan acomodándola a sus respectivos puntos de vista. Eso es propio del género mítico, y no cuadra con nuestro espíritu tan crítico. Los tres Sinópticos sitúan los inicios del círculo de Jesús en la orilla del Mar de Galilea y lo visualizan a base de unos pescadores, que nosotros interpretamos en sentido estricto como pescadores de peces, mientras que ellos lo entienden en sentido figurado de reclutadores de gente para alzarse contra los romanos. Juan, en cambio, lo situaba en la orilla del Jordán enmarcándolo en la predicación del Bautista, pero hablará de Simón Pedro y de los dos Zebedeos después de que Jesús resucitado se les hubiera aparecido viviente por tercera vez, decididos a volver a su pasado de pescadores, a fin de reclutar gente y vengar la muerte ignominiosa del Mesías (Jn 21,1-3). Según Marcos, las dos comunidades de hermanos representan las dos clases sociales que constituían la sociedad de aquel tiempo: la clase alta y la clase baja. Simón y Andrés no tienen barca y lanzan las redes en círculo en el mar desde la playa; Santiago y Juan tienen una barca, unos asalariados y, por patrón, a su padre Zebedeo. A la llamada de Jesús de que dejen de pescar adeptos para hacerlos «pescadores de hombres» libres, todos ellos, en teoría, lo dejan todo y le siguen. La diferencia de clases entre unos y otros es notable. Los Zebedeos porfiarán para situarse primero y segundo en el Reino de Dios.
Comentario bíblico:
Josep Rius-Camps
Teólogo y biblista
[a] Jesús, una vez ha superado todas las pruebas que Satanás, encarnación de todas «las fieras» del poder, le había preparado, gracias a los muchos «ángeles», personas libres, que se habían puesto a su servicio, entiende que, con el encarcelamiento de Juan Bautista, había llegado el momento de iniciar la predicación de la buena noticia del Reino de Dios: «Se han completado los plazos y se ha acercado el Reino de Dios.»
[b] «El evangelio del Reino de Dios», Beza, Alejandrino, varios mss. unciales y cursivos, antiguas versiones latinas, siríaca harcleana y, en parte, coptas; «El evangelio de Dios», Vaticano, Sinaítico, algunos mss. unciales y cursivos, 4 versiones latinas, versión siríaca sinaítica, versión saídica y, en parte, copta.
[c] El plural kairoi del Códice Beza y las antiguas versiones latinas, en lugar del singular kairos, en referencia al tiempo propicio o plazo fijado para que llegue un gran acontecimiento, podría muy bien incluir tanto el tiempo propicio de Israel como el de las naciones paganas (ver Lc 21,8.24: «hasta que no se cumplan los plazos de los paganos»).
[d] «todo», Beza y versión ítala; «las redes», Vaticano y resto de códices.
[e] El Códice Beza emplea el mismo aoristo completivo «lo siguieron» tanto a propósito del primer círculo de discípulos como del segundo; en cambio, el texto usual cambia el primer aoristo por un imperfecto, «se pusieron a seguirlo» y el segundo aoristo por una expresión equivalente más descriptiva: «se fueron detrás de él», expresión que respondería a la invitación que Jesús había hecho a los de la primera comunidad: «Venid detrás mío» y que no se repite a los de la segunda, cuando lo más lógico (!) habría sido que se hubiese comprobado a propósito de la primera comunidad que «se fueron detrás de él». Aquí lo que importaba al evangelista era poner en paralelo la decisión de uno y otro grupo afirmando lo mismo de ambos grupos, que «lo siguieron» simplemente. En cambio, deja entrever que los del segundo grupo no lo dejaron todo, como había dicho de los primeros, sino tan solo que «dejaron a su padre Zebedeo en la barca en compañía de los asalariados». Los de clase más alta tenían muchas dificultades para dejarlo «todo», totalidad que el texto usual ha tenido cuidado de cambiar por «las redes».



